CISTOSTOMÍA SUPRAPÚBICA
Es una técnica que consiste en derivar la orina contenida en la vejiga hacia el exterior, cuando el sondaje uretral no es posible o no es deseable. La forma más sencilla de realizarla es por vía percutánea, aplicándose la cirugía abierta cuando la vía percutánea no se ha demostrado útil.
De dicha intervención se esperan los siguientes beneficios:
De dicha intervención es posible, pero no frecuente, esperar los siguientes efectos secundarios o complicaciones:
A.- Imposibilidad de llevar a cabo la punción.
B.- Perforación de un asa intestinal, con el consiguiente riesgo de peritonitis.
C.- Hemorragia de intensidad variable, tanto en el acto quirúrgico, como en el postoperatorio. Las consecuencias de dicha hemorragia son muy diversas, dependiendo del tipo de tratamiento que haya de necesitarse, oscilando desde una gravedad mínima hasta la muerte, como consecuencia directa del sangrado o por efectos secundarios de los tratamientos empleados.
D.- Problemas y complicaciones derivados de la herida quirúrgica:
1.- Infección en sus diferentes grados de gravedad.
2.- Dehiscencia de sutura (apertura de la herida), que puede necesitar una intervención secundaria.
3.- Fístulas temporales o permanentes.
4.- Defectos estéticos derivados de alguna de las complicaciones anteriores o procesos cicatriciales anormales.
5.- Intolerancia a los materiales de sutura que puede llegar incluso a la necesidad de reintervención para su extracción.
6.- Neuralgias (dolores nerviosos), hiperestesias (aumento de la sensibilidad) o hipoestesias (disminución de la sensibilidad).
Opciones:
Existe la alternativa de mantener la micción espontánea por uretra, con el riesgo de aumento de la retención urinaria, el edema de los genitales, así como la extravasación urinaria y sobreinfección del edema.
De los riesgos anestésicos será informado por el Servicio de Anestesia.