El principal propósito del legrado evacuador es limpiar la cavidad uterina de restos abortivos. A veces puede ser necesario un segundo legrado para completar esta evacuación, sobre todo en los casos de aborto diferido.
El legrado evacuador precisa anestesia, que será valorada por el Servicio de Anestesia.
El legrado evacuador sólo se puede practicar por vía vaginal.
La intervención consiste en dilatar el cuello uterino, algunas veces, y extracción de restos ovulares con legras, o bien por aspiración. En algunos casos es necesario colocar el día anterior a la evacuación tallo de laminaria para lograr dilatación cervical progresiva junto con la aplicación de goteo intravenoso de oxitocina, o bién aplicar Gel de Prostaglandinas en el cuello del útero.
Todo el material obtenido será enviado para completar el estudio anatomopatológico.
Toda intervención quirúrgica, tanto por la propia técnica quirúrgica como por la situación vital de cada paciente (diabetes, cardiopatía, hipertensión, edad avanzada, anemia, obesidad...) lleva implícita una serie de riesgos potencialmente serios que
podrían requerir tratamientos complementarios, tanto médicos como quirúrgicos, así como un mínimo porcentaje de mortalidad.
Las complicaciones del legrado evacuador, por orden de frecuencia, pueden ser:
a)Infecciones con posible evolución febril (urinarias, endometritis, salpingitis...).
b)Hemorragias con la posible necesidad de transfusión (intra o postoperatoria).
c)Perforación del útero.
d)Persistencia de restos.