COLOCACIÓN DE CATÉTER CENTRAL CON O SIN RESERVORIO SUBCUTÁNEO
Está usted recibiendo, o va a recibir tratamiento intravenoso a largo plazo indicado por su médico, por lo que se le propone la colocación de un catéter central por parte del servicio de Angiología y Cirugía Vascular.
Este sistema le permite tener una vía venosa central permanente y, en ocasiones, un reservorio subcutáneo para su uso, que permite no puncionar venas periféricas, aplicar tratamientos en infusión contínua, realizar extracciones sanguíneas y mantenerse meses e incluso años.
La técnica de colocación consiste en la punción o, a veces, en la disección de la vena subclavia o la yugular interna, para alojar el catéter en la vena cava superior. Su extremo proximal sale a piel o se fija a un reservorio que se coloca debajo de la piel en la cara anterior del tórax.
Como complicaciones inmediatas pueden aparecer:
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Neumotórax, hemotórax, sangrado alrededor del catéter o hematomas por extravasación, que en escasísimas ocasiones, pueden comprimir estructuras adyacentes.
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Excepcionalmente, se puede producir lesión del plexo braquial, punción de la vena cava superior, fístula arterio-venosa, rotura vascular, atrapamiento o rotura de la guia del catéter. Pueden producirse igualmente alteraciones del ritmo cardíaco.
Otras complicaciones que pueden aparecer:
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Mal funcionamiento del catéter, tanto para la extracción de sangre, como para infusiones, generalmente por trombosis del catéter.
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Trombosis de la vena en la que está alojado el catéter.
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Infecciones que obligan a la retirada del catéter.
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Movilización del catéter, que obliga a su recolocación.
Se asumen estos riesgos, relativamente pequeños y poco frecuentes, a cambio del beneficio de disponer de una vía venosa central permanente para realizar el tratamiento de su enfermedad